José Luis Mateo ocupa, desde hace unas semanas, una de las consellerías con más peso del Ejecutivo, ya que engloba Vivienda, Territorio y Movilidad.
En su toma de posesión, dijo de sí mismo que es un hombre responsable y humilde, cualidades que va a necesitar para afrontar los muchísimos retos que tiene por delante.

Las cifras asustan. Por ejemplo, el precio de la vivienda disparado a más 3.500 euros por metro cuadrado en Baleares de media; 7 de cada 10 jóvenes que trabajan siguen viviendo en casa de sus padres o que el 46% de los ingresos de una familia media se dedica precisamente a temas relacionados con la vivienda, como puede ser la hipoteca.

Usted que estaba tan tranquilo de diputado, como director de la Escola d’Hosteleria o dando clases en la UIB ¿cómo se ha metido en este lío?

José Luis Mateo: Cuando hablamos de vivienda, lo hacemos del principal problema que tenemos en las Illes Balears, y te diría casi a nivel nacional. Si la propia Úrsula Von der Leyen habla de crear comisiones y planes de trabajo sobre este tema, es que ya estamos hablando de un asunto muy serio. Y, efectivamente, ¿qué hago aquí? Bueno, en este sentido, y hablamos de temas muy personales, tomé la decisión en base a tres cuestiones. La primera, personal y familiar, lo primero que hice fue consultarlo con mi mujer, con la familia, con mis hijos. Y una vez negocié su visto bueno, que tuvo sus dificultades, lo cierto es que el segundo motivo fue la propuesta de la Presidenta. Tras haber pasado un año en el Parlament como diputado, me vi con ganas de asumir el reto. Y ahí añado el tercer factor, que es el trabajo ya realizado por parte de Marta Vidal, a quien me gustaría agradecer los cimientos que ha puesto en la materia, además del magnífico equipo con el que cuenta la Conselleria. Todos estos factores sumados me han hecho dar un paso al frente y asumir este importantísimo reto.

LLAD: Citábamos a Marta Vidal, su antecesora. Ella también vio el problema y puso sobre la mesa el Decreto Ley de Emergencia Habitacional que ahora ya está en entredicho por parte del Gobierno central. Se habla de inconstitucionalidad. ¿Cómo se ve esta amenaza? ¿Qué es lo que va a pasar ahora? Antes hablaba de negociar con sus hijos y con la familia. Ahora deberá negociar con el Gobierno central…

J. L. M.: La clave es primero escuchar, después dialogar y más tarde negociar. Toda negociación implica alguna renuncia, o al menos el saber que cada una de las partes deberá ceder en algún sentido. En el caso de ese Decreto, por parte del Gobierno no se ha puesto en tela de juicio ninguna de las medidas implantadas. Lo que se plantea es el procedimiento por el cual se pretenden implantar estas medidas. Ellos proponen la vía del planeamiento, que significaría un retraso muy importante en la aplicación de las medidas a tomar.

LLAD: ¿Piensa que se podrá salvar el Decreto Ley de Emergencia Habitacional?

J. L. M.: Sí, esperamos que sí. Debido a la situación de necesidad y emergencia habitacional en la que nos encontramos ya se recurrió a la figura del Decreto ley urgente. Luego quisimos que se incorporaran algunas medidas de todos los grupos parlamentarios para que acabara convirtiéndose en ley. Pero, a partir de ahí las medidas destinadas a solventar el problema de la vivienda creemos que deben aplicarse lo antes posible y con carácter de urgencia.

LLAD: Entonces, este Decreto Ley, como decimos, está en funcionamiento. ¿Cómo se está aplicando? Anunciaron que se pondrían en el mercado unas 7.000 viviendas para residentes a precios asequibles. ¿En qué punto estamos ahora?

J. L. M.: Cuando hablamos de esas 7.000 viviendas, no solo se está contemplado el Decreto Ley, luego convertido en la Ley 3/2024, sino que también está contemplada, por ejemplo, la construcción de vivienda pública. De hecho, ya contamos con un proyecto de más de 500 viviendas proyectadas por el actual Govern.

LLAD: Había viviendas pendientes de entregar. ¿Por qué?

J. L. M.: Sí, ya se han entregado algunas. Hablamos de más de 300 viviendas proyectadas por el anterior Govern, algunas de las cuales no estaban en condiciones, varias se han encontrado con serios problemas técnicos y otras que contravenían la normativa municipal y no podíamos entregarlas en esas condiciones. Se han solventado las deficiencias y en cuanto existe la posibilidad de entregarlas, se está haciendo. Se ha hecho en Menorca y en Marratxí y en breve a plazo se entregarán otras también en Marratxí y en el Molinar. O sea, no dejamos de trabajar. La vivienda pública es una de las patas esenciales de la política del Govern y desde el IBAVI no queremos olvidarla. De hecho, queremos reforzar sus funciones, porque hablamos, insisto, de más de 500 viviendas en esta legislatura, incluidas en esas 7.000 que hemos comentado antes. También, al margen de ese Decreto Ley, están otros programas, como es el de Lloguer Segur o el de Construir para Alquilar, que es también otro de los proyectos clave de esta legislatura.

LLAD: Los promotores dicen que necesitamos 16.000 viviendas en Baleares, a precios asequibles, es decir, entre 200 y 300.000 euros. Para promover y construir, se necesita suelo, pero no hay suelo disponible que permita al promotor y al constructor trabajar con rentabilidad y al comprador poder pagar un precio asumible. El suelo está en muchas ocasiones está en manos de los municipios.

¿Cómo están respondiendo los ayuntamientos? ¿Están liberando suelo?

J. L. M.: Las medidas que pretende implantar esta ley daban un tiempo a los ayuntamientos para poder incorporarse, o sea, adherirse a ella o tenían la oportunidad también de suspender su aplicación. Ahora mismo estamos recabando los datos. La mayor parte de ayuntamientos se han sumado, y de hecho hay muchos de ellos que, al no decir nada en concreto, automáticamente acaban uniéndose a lo que diga la ley. A partir de ahí, desde la Dirección General, están pasando los primeros números.
Los ayuntamientos han dado el OK, y ahora es cuando se empieza a trabajar en cada una de las medidas para poder tener a mediados del año que viene números exactos de la respuesta concreta e iniciativas y proyectos que surjan al aplicar esta ley.

LLAD: También en el Decreto Ley se hablaba de subir en altura, de reconvertir locales comerciales en viviendas, o incluso de dividir viviendas muy grandes, en dos o en tres. ¿Está habiendo una aceptación por parte del mercado?

J. L. M.: Sí, hay aceptación. Es cierto que lo de subir en altura es una medida que está siendo aceptada y puesta sobre la mesa en los municipios más poblados, como es el caso de Palma o Inca. En otros municipios no tiene tanto sentido, y se muestran más reacios a aplicar esta medida concreta. Pero tenemos un amplio número de municipios que se han sumado a la mayor parte de las iniciativas.

LLAD: Una de cada tres viviendas en Baleares apenas tiene uso. Su proyecto estrella, Alquiler Seguro, pretende corregir esta anomalía. ¿En qué consiste? ¿Cuándo se pondrá en marcha?

J. L. M.: Este programa, uno de los proyectos estrella de la legislatura, se va a lanzar este otoño y va a permitir aflorar esas viviendas que permanecen ocultas, no por voluntad expresa del propietario, sino, fundamentalmente, por sus temores. Se muestran reacios a alquilar por la inseguridad jurídica y por el miedo a los impagos.
Nos encontramos con una normativa estatal que, en cierta manera, desprotege al propietario o protege en exceso al arrendatario en determinadas circunstancias. Esto provoca que el arrendador prefiera retener su vivienda o incluso venderla antes de alquilarla. Esto es lo que nosotros queremos evitar. Y dentro de los límites que nos permita la Ley de Vivienda estatal, lanzamos este proyecto para que el gobierno se convierta en el garante de que esa contratación sea exitosa. Contamos con la colaboración de los agentes de la propiedad inmobiliaria y los administradores de fincas que actuarán como intermediarios, gestionarán los contratos, velarán por las condiciones de los inmuebles y por la situación concreta de los arrendatarios. A partir de ahí será el Govern el que se encargue de que el propietario pueda cobrar debidamente, incluso adelantando el pago de las cuotas de los arrendamientos y le proporcionará toda la ayuda necesaria para que, como bien dice el nombre del proyecto, Lloguer Segur, tenga toda la confianza cuando alquile su vivienda.

LLAD: Y el arrendatario podrá obtener también la garantía de un alquiler a un precio razonable…

J. L. M.: Efectivamente, esa reducción de precio la financia el gobierno y por eso estamos ahora en proceso de negociación presupuestaria. Cuando hablamos de este proyecto a nivel de Presidencia y con el IBAVI, que juega un papel muy importante en este terreno pues que es quien ha negociado con los agentes de la propiedad inmobiliaria y con los administradores de fincas, queda claro que es uno de los proyectos que debe recibir financiación ya que es una de las medidas que, a corto plazo, puede dar unos resultados muy positivos.
Porque hay otras medidas de las que hemos hablado que darán resultados más a largo plazo. De hecho, ahora estamos recabando datos para ver cómo se podrán ir implantando.

LLAD: Usted dice muchas veces que no podemos ser cortoplacistas. En este tema del sector vivienda siempre se pide un gran pacto a largo plazo para sentar unas reglas claras entre todos los actores implicados.
Han prometido en esta legislatura una nueva Ley de la Vivienda y una nueva Ley de Urbanismo, ¿las veremos?

J. L. M.: Sí, veremos estas dos nuevas leyes, que apoyaremos con el Observatorio de la Vivienda, una figura clave, porque nos permitirá recabar los datos que nos expliquen el momento actual e ir viendo cómo evoluciona la situación de la vivienda en el futuro a todos los niveles. Y solo con datos ciertos se pueden adoptar decisiones fiables, tanto a corto como a medio y largo plazo.

LLAD: Igual nos puede avanzar algo… en esa Ley de la Vivienda, una de las medidas que se han anunciado va dirigida al asunto de la okupación ¿verdad?

J. L. M.: Sí. Tenemos oficinas en las distintas islas que ofrecen asesoramiento y ayuda a aquellas personas que se encuentren con su vivienda okupada y no sepan de qué instrumentos valerse para dar solución a ese problema. Por otra parte también, a medio y largo plazo con la Ley de la Vivienda se van a implantar una serie de medidas como que la okupación sea considerada una sanción grave en la propia ley, que los propietarios okupados no tengan que pagar determinados impuestos, que no tengan que hacer frente al pago de los suministros de la casa okupada o que aquellos que hayan okupado una vivienda no puedan acceder a las listas del IBAVI para solicitar un piso. Son medidas, insisto, que van en una única dirección y es proteger, por una parte, la propiedad privada y los derechos de los propietarios y, por otra, algo tan sencillo como perseguir un delito.

LLAD: Muchas veces decimos que la elevada demanda extranjera es una de las causas de los problemas que tenemos en Baleares con la vivienda. Sin embargo, en su política no está el poner limitaciones.

J. L. M.: Desde el primer día, la presidenta Prohens lo ha dejado claro, en nuestro programa electoral no aparecen los verbos prohibir, intervenir, interferir o limitar. Lo que pretendemos fundamentalmente es, dentro de la iniciativa privada, ir por la vía del incentivo, porque estamos en un libre mercado, reconocido constitucionalmente, y en los principios básicos de la Unión Europea, y lo que no podemos hacer nosotros es circular en dirección contraria a la de la Unión, de la que formamos parte. Todo lo demás, por ejemplo, limitar el precio de los alquileres, son medidas que no están surtiendo efecto en ciudades como Amsterdam, Barcelona o San Francisco. Siendo una medida que inicialmente puede parecer muy bien intencionada, el resultado ha sido el contrario al inicialmente buscado.

LLAD: En esta legislatura ya se ha reunido varias veces la Mesa de la Vivienda. El sector estaba muy inquieto al principio de esta legislatura. ¿Cuál es ahora el tono? ¿Cómo están las relaciones, tanto con promotores, como con constructores y sector inmobiliario?

J. L. M.: La verdad es que en estas primeras semanas en la Consellería he tenido el placer de poder reunirme con todos ellos de forma individual. Lo primero que hay que hacer es escuchar las demandas que cada sector tiene. En el caso de los promotores, buscando suelo para poder construir; en el caso de los constructores, en la misma línea; los arquitectos, los sindicatos, buscan también la defensa del interés general y la defensa de los derechos de los trabajadores. Y creo que al final debemos seguir con los trabajos de la Mesa de la Vivienda, que en la anterior legislatura no se había reunido y por fin ahora ya hemos tenido dos reuniones en apenas un año, seguir por este camino y tratar de aunar los diversos intereses y saber que hay un único interés común que sobrevuela toda la Comunidad Autónoma y que todos debemos perseguir y es lograr vivienda accesible para los ciudadanos de las Illes Balears.

LLAD: Bueno, pues ese es un reto complicado, está en sus primeras semanas, por lo tanto, ánimo, supongo que de momento conserva la fuerza para llegar hasta ahí. Y bueno, por acabar con cosas también muy importantes, usted es un hombre de baloncesto, ¿cómo está la salud del Básquet en Baleares?

J. L. M.: En efecto, el Baloncesto, otra de mis pasiones y lógicamente me encantaría tener un equipo en ACB o en la primera categoría femenina. El baloncesto es un deporte maravilloso, que me he dado muchas alegrías y que en Baleares siempre se ha trabajado muy bien. Un deporte de formación, que transmite unos valores mágicos. He tenido muy buenos entrenadores, y de ellos no sólo he aprendido a jugar, sino que lo más importante que me han transmitido es una manera de tomar decisiones, basadas en el trabajo en equipo. Cuando hablamos del equipo que tenemos en esta Conselleria… yo esto lo he aprendido del baloncesto.

LLAD: Pues todo esto le va a hacer mucha falta, nosotros desde LLAD News, vamos a seguir, espero que nos pueda recibir en breves semanas para ver si todo esto que hoy en día se pone sobre la mesa está en marcha. Muchísimas gracias, hasta muy pronto y mucha suerte.

J. L. M.: Gracias, a ti Paula, y a vuestra disposición, cuando queráis, faltaría más, muchísimas gracias.